miércoles, 31 de diciembre de 2008

CRÓNICA PARA EVOCAR A UN AMIGO
Por Vicky Gómez Miller
Anoche,con un poco de insomnio,comencé a evocar a los amigos que ya no están con nosotros
y un recuerdo me asaltó el corazón al tocar con el pensamiento a José Montejo,el chofer de la Dirección de la emisora C.O.C.O.
Todos los hombres somos poseedores de defectos y virtudes, pero ocurre que unos se dedican a engrandecer los primeros y otros encuentran valores, que solo la observación objetiva puede alcanzarlos.
Yo soy del segundo grupo y les ofrezco la visión del amigo: Era un hombre alto,negro,discreto,disciplinado. Cierto es que pasaba horas sentado al timón en la puerta de nuestra emisora,y allí dormitaba en espera que el director lo enviara a cumplir una tarea,o conducirlo a esos lugres a donde van los Jefes en su diaria gestión.
Montejo,siempre aguardaba con una sonrisa cuando salía a manejar y una cortesía latente para servir a todos y hasta para responder a quienes necesitados de un medio para trasladarse veían aquel carro de la C.O.C.O. cuyo conductor si transitaba hacia un destino que aceraba al psajero con afcto lo hacia.

Muchos escuchamos las cálidas opiniones de estos últimos: !Este es el carro y el chofer de la emisora de Guido García Inclán,de los nuestros,o si eran jóvenes quienes solicitaban el favor lo hacían con desenfado propio de los pinos nuevos: Ustedes son Formidables,están en el grupo de los que conocen la necesidad de ayudar a los demás.

Nuestro Montejo,negro,internacionalista, solícito con todos , capaz de sostener cualquier conversación, tanto de rutas de la ciudad,como de importantes acontecimientos nacionales e internacionales con erudición,sufría callado una enfermedad que lo consumía.
Un día dejó de ir a trabajar,No solicitó la baja,quizás sus esperanzas laborales no decaían o la intempestiva muerte se lo impidió,No era curable su enfermedad.

Así salió de nuestro diario bregar,de los críticos que suelen no ver más allá de sus narices, y de propias expresiones desacertadas. Pero ahí está José Montenjo,nuestro chofer,recordándonos que la humildad,la discreción,la generosidad, pueden andar de la mano si es modesto el corazón.

Cuando muere un compañero
se nos apaga una estrella
pero nos deja su huella
en el camino señero.
Es como el paso primero
sobre la arena encendida.
No existe la despedida
a quien escribe la Historia
porque estar en la memoria
es retornar a la vida.

Cubanía

Nació Cuba en el batey
Del ingenio Demajagua
Y se puso en esa fragua
Un sombrero de yarey.

La dignidad hizo ley
En su heroica sementera.
Hoy que flota la bandera
Bajo el cielo más feliz,
El alma de mi país
Se viste de guayabera

Alborada

Alborada lejanía

Que descubre el horizonte

Para despertar al monte

En aroma y melodía.


Color que la fantasía

Anticipa a la mañana

Cuando la brisa temprana

Riza el guano del bohio

Y las gemas del rocío

Titilan en la sabana