sábado, 5 de diciembre de 2009

La Última Carga al Machete del General Antonio. Por Vick Miller

El escritor español Marcelino Domingo comentó acerca de la personalidad del General Antonio Maceo y Grajales, un cuarto de siglo más tarde de ocurrida su muerte en San Pedro, provincia de La Habana: Maceo fue una espada para Cuba , cuando Cuba necesitó un soldado; fue una voluntad disciplinada a las leyes de Cuba cuando Cuba necesitó un ciudadano.
De las 26 heridas de balas recibidas en combate antes de San Pedro, ninguna lo postró ni amilanó su entereza.
Con temeridad siempre desafió a las columnas españolas comandadas por los oficiales ibéricos de mayor nombradía, a quienes doblegó con estrategia y bizarría en sus impetuosas cargas al
machete.
El General Antonio junto al Generalísimo Máximo Gómez Baez escribió las más gloriosas páginas durante las guerras por liberar a Cuba del yugo español, primero en la Guerra de los 10 años, iniciada en La Demajagua por el prócer de nuestras luchas Carlos Manuel de Céspedes y luego en la Guerra Necesaria concebida y organizada por José Martí y Pérez, Apóstol de nuestra independencia. En la primera con su hombría gloriosa no aceptó el término de ella, en la pactada Paz del Zanjón con el General español Arsenio Martínez Campos y su negativa promovió el encuentro del jefe hispano en Mangos de Baraguá. Maceo no aceptó ninguna propuesta procedente Martínez Campos y al preguntarle este último: ¿De manera que no nos entendemos? con hidalguía respondió: ¡ No nos entendemos ! Y reanudó con sus fuerzas la guerra. Esta determinación de El Titán de Bronce resctó la dignidad de su amada Patria.
A la guerra que se inciara el 24 de febrero de mil 895 en Bayate y otras territorios de la isla
se incorporó el General Antonio,él junto a el Generalísimo Máximo Gómez emprendió la invasión para llevar la guerra hasta Occidente y unir a todos los combatientes en el empeño de alcanzar la Victoria.
Los altos oficiales ibéricos menospreciaban la inteligencia y valentía del gerrero hepónimo.Para ellos ¿Cómo era posible que un negro hiciera frente a sus bien entrenadas y equipadas fuerzas con un ejército de desarrapados y mal armados combatientes?
Muy duro fue el castigo que inflingió a las tropas coloniales junto al Generalísimo durante la invasión, mientras burlaba todas las trochas que para impedir sus pasos se erigían.
Sólamente una casualidad podía interponerse en el triunfo del General Antonio y acarrearle la muerte. Así ocurrió el siete de Diciembre de mil 896. Acampado con sus combatientes en San Pedro tuvo conocimiento que de Punta Brava una columna española había salido muy temprano en la mañana. Con presteza dió órdenes a la oficialidad de enviar patrullas que observaran el propósito y la dirección de aquel movimiento,pero el descuido de los enviados trajo falsas informaciones acerca del rumbo, esto unido a la mala colocación de las avanzadas del campamento por el oficial responsabilizado con ello propició el sorpresivo ataque del general hispano Cirujeda,oficial que ya Maceo había derrotado con anterioridad.
La extraña atmósfera circundante fue interrumpida por disparos ya cercanos al campamento.
Se alzó de la hamaca donde reposaba el General Antonio para enfrentar al agresor en la media tarde en que se sumía la manigua. Jinete en su corcel se puso al frente para liderar a sus combatientes, como siempre lo hacía. El fuego de las armas coloniales era cerrado. Maceo encontró en su camino un muro de piedras y detrás una alambrada,que al no poder cruzar ordenó a sus oficiales cortarla de inmediato para batir a los atacantes.Los Jefes Mambises que le acompañaban le escucharon decir: ¡Esto va bien!, cuando una bala le penetró por el rostro y no pudo ya sostenerse en la montura.
El fuego cerrado español se incrementó, como adivinando que algún acontecimiento importante había ocurrido ,imposibilitando que pudieran sus compañeros volverle a montar en el corcel y sacarlo de allí.
Entre tanto Panchito Gómez Toro, el hijo del Generalísimo que se encontraba en el campamento herido en un brazo, por lo cual le ordenara Maceo mantenerse en el mismo, sin vacilación alguna se dirigió al sitio donde el General Antonio cayera,al llegar allí ordenó darle ayuda para subir a Antonio hasta la montura y junto a él se acomodó para retirarse cuando una bala le alcanzó en el cuerpo derribándole, junto a él cayó también el General , y el caballo herido por las se precipitó sobre ellos y les trabó contra el suelo. Con extrema dificultad desde el lugar donde se encontraba escribió una nota el joven combatiente en que la fidelidad al General Heroico y el amor a su Patria quedarían en la historia: Mamá querida, Papá, hermanos queridos: muero en mi puesto de combate . No quiero abandonar el cadáver del General Maceo y me quedaré con él. Me hirieron en dos partes y por no caer en manos del enemigo me suicido. Lo hago con mucho gusto por la honra de Cuba . Tal era el cariño y el respeto del hijo del Generalísimo Máximo Gómez por el General Antonio Maceo y Grajales.
El poeta Navarro Luna en su poema al General Antonio expresó: Cuando habléis de la Patria, cuando habléis del decoro en la cumbre del hombre, tenéis que dar la excelsitud de un grito : El General Antonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario