Madre es el milagro cotidiano en que se multiplica el amor más tierno. El alba de su imagen deslumbrante puede crear la vida. Madre es esa flor que en nuestro corazón abre sus pétalos.
Ingratos son los hombres que se olvidan de la mujer que en su taller materno les creó ilusionada y que al darlos al mundo, se impuso al sufrimiento que es el parto, ese que en cada nacimiento ronda la muerte para impedir que la vida se renueve.
Pero las madres vencen, ellas pueden multiplicar el universo.
Qué soledad tiene el alma si le falta la magia generosa de sus besos. Las madres enseñan a sus hijos la ternura frutal que les ampara. Y cuando renace el sol: qué bueno es que Mamá toda dulzura el café mañanero nos lleve hasta las camas, y, que en las noches, centinela en su puerta nos aguarde y sonriente ponga en nuestro rostro el beso que sin que se pronuncien las palabras nos trasmita: ¡ Mi Niño Regresaste!...aunque ya comencemos a ser viejos.
Este nueve de mayo en el ojal del cuello pondremos una flor que en sus rojo dirá al mundo:¡Mamá sigue viviendo!...o si ella ya no está , también en nuestros ojales contaremos con una blanca flor que Mamá permanece en el recuerdo del corazón agradecido, que sin palabras todavía nos mima y que el olvido nunca podrá desalojarla de nuestro amor sincero.
Las madres paren sueños en sus hijos: el porvenir sagrado de la Patria ponen en nuestras manos y en nuestras mentes la dignidad de conocer ese sendero donde llamemos al otro hombre: ¡`Hermano!
Las madres son para siempre de sus hijos el mejor amuleto para que la salud nunca les falte y puedan elegir con honradez el mejor derrotero.
Y para que en este segundo domingo que trae el mes de mayo: ¡ Todos Sepan Mamá Que Te Queremos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario