Un Gigante Mambí* de estas batallas.
La mañana es azul y con ideas vuelven a batallar nuestros pioneros, son combatientes de sonrisas claras y seriedad en el magnífico corazón en que siembra la Patria.
En esa luz que irradia de los momentos actuales, anda un niño de ágil caminar que me adelanta, próximos ya a la Tribuna Antimperialista José Martí, donde otro niño sostenido por el brazo de su padre* se observa señalar hacia el norte la exactitud del enemigo.
Alargo el paso cuando el pionero de repente se detiene e inclina para tomar algo de la acera. En mi premura casi atropello el pequeño cuerpo que al instante se endereza.
Ahora me mira y encuentro en sus ojos un brillo que le ennoblece. Tiene en las manos
una banderita de papel que aprieta contra su pecho.
Sorprendido todavía solo atino a preguntarle por qué recuperaba aquella diminuta bandera tricolor caida sobre el piso humedecido.
Él me observa entonces con incredulidad y presto me responde: ¡Compañero, si dejo mi banderita cubana sobre el suelo podrían pisotearla!
Luego corre con renovada alegría mientras yo en silencio siento crecer en mi corazón a aquel niño como si fuera un Gigante Mambí de estas batallas.
* Mambi. Denominación que daba el ejercito español al cubano que luchaba por la libertad se su patria.
* Estatua de José Martí sosteniendo en su brazo a un niño que señala con su brazo derecho hacia el norte.
El Relevo conoce su camino. Por Vick Miller
Le digo a mi hijo: quiero
que seas un niño estudioso,
valiente, honrado, juicioso,
humilde, siempre el primero
junto al deber.Eso espero
de tu vida noble y clara.
Su respuesta me depara
del orgullo su placer:
Así es como quiero ser
Papá: ¡como el Che Guevara!
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