sábado, 13 de marzo de 2010

Para encontrar una mujer desconocida. Vick Miller

A una mujer que me sigue
que esta muy cerca o lejana
y me escribe que es cubana
y no se por qué me elige.
Tal vez en mis versos dije
la palabra soledad.
Ingenua expontaneidad
que confesó en ese instante:
Mi amor es un caminante.
Tu amor es la eternidad.


A Una Belleza Triste.
Estás tristemente bella
y mientras que cae la tarde
desde tus pupilas arde
la extraña luz de una estrella.
En tus párpados la huella
de los desvelos persiste
y esa pena que ahora existe
y te quebranta la voz
v denunciando mi adios
que anoche te puso triste.

Décimas para el Adios.
Me voy a morir por tí
con una muerte sin fosa
para dejarte la rosa
que anoche no te ofrecí.
Me voy a morir así,
entre un irme y un no irme,
con el ansia de evadirme
de tu inconfeso rencor.
Me voy a morir de amor
que es morirme y no morirme.

Es morirme y no morirme
tras la sombra de un anhelo:
es morirme por tu pelo,
por tu talle suave y firme.
Es como en tí consumirme
para que nunca me esperes.
Y como se que tu eres
lo que más hondo sentí,
me voy a morir por tí
sabiendo que no me quieres.

Subir Por Tu Nombre.

Cuando por tu nombre sube
mi corazón a tu beso
pienso que ya no hay regreso
si olvido de lo que tuve.
Siento un ensueño de nube
trastornando mi razón
y siento que la ilusión
en el pecho se me enciende
cuando por tu nombre asciende
hasta un beso el corazón.

Para Nunca Olvidarnos

Sopla un aire invernal, la tarde muere,
se encuentran nuestras manos enlazadas
como queriendo prolongar por siempre
el instante que viven nuestras almas.
Estamos casi juntos,nuestros labios
se buscan en silencio, tristemente,
porque sabemos que será imposible
que nuestras vidas otra vez se encuentren.
He vivido tan solo y tan cansado
de vivir sin la dicha de un cariño
que no quiero pensar en un futuro
que no rijan tus manos mi destino.
Tu no comprendes lo que son las horas
de amarga soledd y de silencio
sin tener la esperanza de una frase
que diluya en sonrisas nuestro tedio.
Quisiera que un instante fuera un siglo,
quisiera que la tarde no acabara,
quisiera perpetuarme en tu recuerdo
y vivir reflejado en tu mirada.
Pídeme lo que quieras, pues soy tuyo,
pídeme que me muera por tu beso,
Pídeme lo que quieras, per nunca
me pidas que te borre del recuerdo.
Me voy con tu mirada sollozante.
y tu voz de tristezas y tu aliento;
y me voy como vine, por la tarde,
pero te vas conmigo muy adentro.

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