Cuando Nace un Niño Nace el Porvenir. Por Vick G Miller

Cuando nace un niño nace el porvenir, menos para Estados Unidos.

La prensa internacional. Recoge en sus páginas lo que asevera la indiferencia de USA sobre los Derechos del Niño ,que el mundo celebró este sábado día 20 de Noviembre como su Día Universal y que el estado más poderoso en el planeta se mantiene sin ratificar aún la Convención de 1989 que aprobara tales derechos.
Vale añadir que la directora del comité de la ONU para los Derechos de los Niños Yanghee Lee, criticó la falta de voluntad política de Washington y le recordó al presidente Barack Obama la promesa de que su administración cumpliría con ese requisito
Y no es menos cierto que los pobres del mundo que son mayoría, al nacer un niño, estos carecen de los más elementales derechos y cuando sus pasos se hacen firmes y el idioma ocupa un lugarcito en su hablar se convierten prácticamente en humildes buscadores de vida para el subsistir propio y de los suyos.
Por esos parajes de nuestro tercer mundo mueren al nacer, o nacen y después mueren en la mayoría de los casos aún pequeños, o muy jóvenes aquellos que pudieran ser el porvenir profetizado por un escritor.
La televisión en todo el planeta muestra en forma reiterada las calles, cuya urdimbre más peligrosa acecha a los niños en su accionar de limpiar parabrisas, ofrecer baratijas y hasta sus propios cuerpecitos a una casta infame de pedófilos que pululan en esas urbes.
El porvenir de los niños solo puede ser concebible si los humildes se rebelan contra la explotación y la marginalidad que los depaupera.
Pero en la América Nuestra los niños que ahora nacen en el ALBA maravillosa de sus pueblos, que combaten y triunfan, sí atisban el porvenir que les aguarda en la enseñanza y la salud con dignidad que solamente puede procurarles la construcción del Socialismo, porque entonces¨: Un niño es la conjunción
Del amor que en él se crece.
Un niño en su cuna mece
Del mundo la salvación.
En un niño la razón
El sueño más alto alcanza
Cuando el universo avanza
A un incierto porvenir:
¡ En un niño ha de vivir
Para siempre la esperanza!
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