domingo, 14 de noviembre de 2010

Volver a Manuel Navarro Luna

Volver a Manuel Navarro Luna. Por Vick Gómez Millar

Hoy encontré en mis documentos sobre el poeta una misiva que le enviara el 22 de febrero de 1966 Nicolás Guillén, presidente entonces de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Decir que para entonces el corazón del Poeta Continental como le llamaran con sus latidos galopaba hacia la muerte.
Guillén le comunica que en la sesión celebrada el 17 de febrero el Comité Director de Unión, le designó unánimemente Socio de Mérito de la misma, lo que tengo el gusto de comunicarle.
Aunque este homenaje no alcanza a rendir a usted el homenaje que merece por su elevada figuración en las letras nacionales y los servicios prestados a nuestra cultura
Por su obra en plena vigencia, nos sentiríamos honrados en extremo si se dignase usted a aceptarlos. Aprovecho la oportunidad para reiterarme ,suyo, amigo ,compañero y admirador.
Luego seguiría contando Guillén que agonizando Navarro Luna en el hospital que él ilusionaba abandonar y en el cual se había internado en una última y desgarradora crisis agónica. Y donde él trémulo de dolor le acompañara. En esa biografía, su biografía como el escribiera , añadiría: Más que un compañero, Navarro Luna fue para mi un maestro, un amigo, un hermano. Y todo eso a la vez. Todo eso integral y maravillosamente, fue para mí aquel viejo poeta. Y yo su más humilde, su menos expresivo compañero, su acompañante callado y admirado de muchos días y noches.
Y más adelante agregaba: Hay en mi otra deuda más profunda, más comprometedora y entrañable: imitarlo; dar como él dio ejemplos de amor; arriesgar como él arriesgó la pureza poética en aras de la eficacia revolucionaria
¡Maestro usted no ha muerto en mí, ni en la Patria, ni en el clima de libertad que usted contribuyó a crear! ¡Usted sigue iluminando este camino en que andamos- y andaremos siempre los que fuimos sus leales amigos! ¡Descanse en paz, Navarro Luna: la Revolución que soñó y vio convertida en realidad es hoy un clarín, una estrella firme, un arco radiante bajo el cual desfilan sus versos y su ejemplo. Manzanillo 17 de junio de
1967. La Habana 24 de junio de 1973.
Esta valoración de Nicolás Guillén, hace muchos años que sepultó el olvido. El hijo de Doña Martina, la humilde maestra de la escuelita del barrio, que le enseñó a leer y escribir y mucho más. El joven que nunca pudo alcanzar el bachillerato por estudiarse entonces en Santiago de Cuba ,y que la pobreza le impidió alcanzarlo.
Es Navarro Luna persona de memoria brillante, que le permite en forma autodidacta prepararse. También aprende a los trece años los más humildes oficios: limpiabotas, vendedor de periódicos, buzo y por último barbero.
Su amigo del alma, en aquellos años le alienta y enrola en el combate. Junto al Líder socialista sufre su primera prisión., quien por entonces escribe y declama su poema Socialismo. En octubre de 1915 vuelven a llevarles a la cárcel.
En 1919 escribe su primer libro Ritmos Dolientes, en 1922 Corazón Adentro, Siluetas Aldeanas en 1925. En 1927 publica Refugio. 1928 es el momento de Surco, del cual diría Raúl Ferrer: “Quitó la yerta lava que cubría a los Héroes, abrió surcos, los sembró con su fe y su amor revolucionario”.Enrique José Varona escribió :”La importancia de sus versos reside en el espíritu que los vivifica”
Bonifacio Birne lo elogia; Raúl Roa le escribe: “ Nuestro hermano Rubén Martínez Villena le manda a decir que en Benjumeda 65 tiene su casa, también le suplican recibir su libro Pablo de la Torriente Brau, Gabriel Barceló y Sara Pascual
En 11930 ven la luz las Cartas de la Ciénaga. Es Mongo Paneque su firmante. Pulso y Honda surge en 1932: Rafael Alberti lo ubica en el meridiano de su tiempo, Jorge Icaza dice que en Navarro Luna se advierten las fuerzas de la idea revolucionarias. De la Tierra Herida en 1936 Roberto Fernández Retamar la enuncia de enorme. Rómula Gallegos expresa que es un grito desgarrador envuelto en una belleza desesperada, de temblores bizarros, porque la poesía revolucionaria jamás será un remanso de quietud. Su elegía a Doña Martina, en la muerte de su Doña Martina ,escrita en décimas,Pablo Neruda , impresionado y lleno de admiración la elogía.
La poesía épica enrumbó su trayectoria: El General Antonio, El Padre Nuestro homenaje a Martí en su centenario, la proclaman como la denuncia firme y vigorosa y anti imperialista, y digna que en aquel momento se le podía ofrecer al Maestro.
Luego vendrían sus versos de homenaje a Frank País en ocasión de su asesinato: Santiago de Cuba.
Seguirían La Sangres Asesinada, Patria o Muerte, Venceremos y otros poemas de patriotismo y combate.
Estos son algunos juicios críticos sobre la poesía de Manuel Navarro Luna: Enrique José Varona expresa: “A un poeta de verdad como usted, no le celebro los versos: los leo y los siento.
Bonifacio Byrne le expresa :En todocuanto usted escriba, cualquiera que sea la escuela, yo siempre encontraré los chispazos de su gran talento poético”.
Raúl Roa: A propósito de él intentaré,(Surco) a la medida de mis fuerzas, una como revisión de nuestros valores poéticos de vanguardia, para situarlo a usted en el sitio que incuestionablemente le corresponde:en la cumbre”
Carlos Rfael Rodríguez:!No hay ahora en Cuba quien pueda equipararse a usted en intensidad humana. Esa fue una hermosa muestra.
José Porto Galo:”Con Pulso y Onda , Manuel Navarro Luna, al igual que Jorge Icaza., el gran autor de Huasipung, ese estremecedor documento de la explotación del indio-afirma una vigorosa responsabilidad de hombre de su tiempo y se gana la simpatía de todos los intelectuales honestos de América”
Emilio Ballagas: “ Todo esto me confirma la idea de que allá lejos, en el Manzanillo de sus luchas y querencias, Navarro Luna niega rotundamente el hecho del aislamiento. Otros vivirán en la Capital e irán todas las mañanas a un concierto, todas las tardes.
todas las noches a una exposición. Y esto no les habrá servido de nada para vincularlos a sus medios y a su pueblo.
Navarro Luna por el contrario, desde su región incontaminada de cosmopolitismo, logra venir realista y místico a la vez, en el tiempo y la eternidad.
Juan Ramón Jiménez: “Gran Poesía la suya, donde la increíble riqueza de imágenes
Corre pareja con una musicalidad augusta y resonante.”
Pablo Neruda:”Te escribo bajo la impresión inmedita que me causó su impresionante y justa elegía. Hermosa por los sucesivos hallazgos, poéticos, verdaderamente asombrosos; y justa pues traduce con maestría y hondura insuperables el más legítimo y torrencial dolor humano”
Podría seguir ofreciendo opiniones valiosas de grandes escritores contemporáneos sobre Manuel Navarro Luna.
En momentos como estos donde se rinde justo homenaje a Lezama Lima, pienso que cobra justicia ofrecerle un imprescindible espacio al poeta soñador de la Revolución Cubana y de la Costrucción del socialismo

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