martes, 5 de octubre de 2010

Timidez. Soneto. Vick Miller

Una mujer color café en los ojos
no se por qué me dejó su mirada.
Ella tiene de bosques y de hada
y una varita mágica de antojos.

Una mujer de bellos labios rojos
que se asoma a la puerte perfumada,
me espera sonriente y embriagada
de mirarnos callados a los ojos.

Esa mujer que por las tardes viene
hasta el parque con rosas en el pelo
me ha insinuado que justo la valore.

Cuando la miro los ojos me sostiene
y hay en ellos la sombra de un anhelo:
¡que no callemos más y la enamore!



Como una Nota Musical. Vick G. Miller

Tu amor es como una nota
musical que me despierta
y salgo a abrirle la puerta
del amor que en mi alma brota.

Tu amor es una gaviota
que a mi pena siempre acierta
y halla la ventana abierta
en su vuelo de ala ignota.

Tu amor sincero y constante
se olvida de la distancia
y puede con su fragancia
disipar la soledad.

¡Mi amor es un caminante !
¡Tu amor es la eternidad!

Soñar el Mismo Sueño. Vick G. Miller

Tus labios se anteabrieron y no dijiste nada
porque estaba tu alma de silencio.
Yo miré al niño tímido que tomaba tu mano
y al encontrar sus ojos pensé en un hijo nuestro.

Se que el amor de entonces eran un amor de espumas,
de mar embravecido y furibundos cielos,
pero en las madrugadas tus muslos eran tibios
mientras el frío escarchaba con sus dientes de hielo.

Amada... estás más bella que la tarde de conchas
en que tu me aguardabas desnuda sobre el lecho.
Hoy quisiera con besos calcinarme en tu alma
y quedarnos dormidos soñando el mismo sueño.


Décimas Para Evocar A Mi Madre. Por Vick Miller

Hoy llevo sobre el ojal
de mi camisa engarzada
una rosa despertada
de un sueño primaveral.
Ella perfuma el panal
de la más honda ternura
que mi madrecita pura
me ofreciera en noble exceso
y en este ojal llevo un beso
repartido en su costura.

En esa flor que es su huella
he concentrado mi orgullo
mientras mi madre en arrullo
me canta desde una estrella.
Se que sigue siendo bella
en su eterna dimensión
porque llevo en la emoción
de su cercano recuerdo
esta pena en que me pierdo
lejos de su corazón.

El Mejor Relevo Por Vick G. Miller
Le digo a mi hijo: quiero
que seas noble y estudioso,
valiente, honrado, juicioso,
humilde, siempre el primero
junto al deber...Eso espero
como mi ilusión más cara.
Su respuesta me depara
inesperado placer:
¡Así es como quiero ser,
Papá: ¡Como el Che Guevara!

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