miércoles, 17 de agosto de 2011

Estos Son Mis Versos. Tal vez a alguien les agraden. Vick Gómez Miller


Desde mi corazón.

Desde mi corazón que ya no es mío
se desliza tu nombre en un torrente
y la vida se extingue lentamente
bajo el agobio de tu gesto frío.

Desde mi corazón surge el hastío
como una incertidumbre diferente
y tu voz agradable que está ausente
se difumina en el umbral sombrío.

Desde mi corazón sin un latido
tu nombre se me escapa del olvido
como una indefinible clarinada.

Y a veces me obsesiona la certeza
de pensar que el amor y la tristeza
son del mismo color que tu mirada.

Para Cuando Tú Vuelvas.

Estoy solo...sin tí...¡tú lo eres todo!
y esta noche me obsede la nostalgia;
las estrellas son voces silenciosas
con palabras de luz y de distancia.

Si pudiera llegar por el recuerdo
hasta el motivo gris que nos separa.
Fue mi sueño tan breve que esa noche
me pareció más larga.

El adios en tus labios sonó hueco
y sentí tanta lástima
que al ir a despedirnos con un beso
en tus labios hallé sabor de lágrimas.

Que el tiempo diga de nuestro destino
su canción de las horas más amargas.
Eres tan inmensa en el recuerdo
que me llenas el alma.

Cuando vuelvas, quizás tengan mis ojos
un brillo inusitado de esperanzas.
Y sólo tendré besos para entonces...
¡cuando vuelvas amada!

¿Qué Sera?

¿Qué será de este travieso
corazón cuando te llama
y en su locura reclama
la salvación de tu beso?

¿Qué será de un sueño preso
del perfume de tu cama
cuando el delirio le inflama
la esperanza del regreso?

¿Cuándo el corazón alerta
encontrará el porvenir
para dejar de sufrir
en el umbral de tu puerta?

Después del adios.

Y depués que te has ido estos versos escribo:
cuando ya no te siento palpitar junto a mí
comprendo amargamente que tan sólo yo vivo
en los breves instantes que paso junto a tí.

Ahora que ya no siento tu cuerpo junto al mío
y no siento tus labios brindrme su calor
tengo el presentimiento que un ensueño tardío
a unido nuestras almas con este inmenso amor.

Ahora que ya no siento tu mano con la mía
ni tu voz cristalina en el aire latir
la ausencia va acentuando esta intensa agonía
que crece cuando pienso que nunca has de venir,
y acaso tu comprendas en un amargo día
que los dos separados no podremos vivir.






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