domingo, 30 de agosto de 2009

POEMAS DE LA AMADA AUSENTE.por Vick Miller.

SIN FINAL,SIN ADIOS ,SIN DESPEDIDAS.

Puedo en amor soñar que estas dormida
que una lápida protege tu quebranto,
que me aguardas allá en el Campo Santo
y a tu encuentro al final se irá mi vida.

Puedo soñar que el corazón te anida,
que vuelas a mis ojos con el llanto
y te adueñas de mí con el encanto
de tu tanquilidad interrumpida.

Puedo decir que nos unió un enero
y un octubre de agustia y desespero
adelantó el adios en nuestras vidas.

Puedo callar que siempre yo te espero,
pero debo decirte que te quiero
sin final,sin adios,sin despedidas.



Soneto No 2.(La Amada Ausente)

En octubre el adios no concebido,
era el tres y las once en la mañana,
sonando en el teléfono la diana
de un corazón que estaba sin latido.

Corrí desesperado, sin sentido;
improvisando una noticias vana
que de tu enfermedad estabas sana
y tu cuerpo aliviado había dormido.

Luego desvanecida la quimera
a través del cristal miré tu frente
maldiciendo lo absurdo de la vida.

Y allí sobre el sendal de la bandera
tus medallas de heroica combatiente
y la estrella del triángulo encendida.



SONETO TRES. La Amada Ausente.

De algún lugar del tiempo la rescato
desde donde me mira sonriente,
y retorna en las sombras del poniente
cuando no me resigno a su retrato.

Del Campo Santo hasta la casa trato
que regrese Mi Amada que está ausente,
mientras a solas lloro tristemente
enajenado en el vacío ingrato.

Porque no soy feliz en la doliente
soledad que se adueña de mi mente
y la alucina siempre en el sillón.

Y pongo allí mi abrigo es desvarío
para darle calor si siente frío
aunque no le palpite el corazón.



SONETO CUATRO (La Amada Ausente).


Me persiguen las sombras de mis penas
donde apareces tú porque me habitas,
cuando en noches de insomnio resucitas
en el torrente sordo de mis venas.

Me persiguen estrellas y azucenas
con ellas a menudo son tus citas
y no consigo mitigar mis cuitas
porque con tus recuerdos me enajenas.

En mis noches sin sueño conversamos,
y soy solo el que habla en la demencia
de olvidar que hasta el polvo volveremos.

Mientras que me obsesiona la presencia
que sin visión alguna contemplamos:
pero en fin, no te has ido:¡conversemos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario