Los medios de prensa en el mundo recogen en titulares el triunfo de Cuba en la Asamblea de las Naciones Unidas(ONU) donde se llevó a votación por Décima Octava ocasión, el anacrónico y criminal bloqueo que por cincuenta años la prepotencia de los Estados Unidos aplica contra la isla del Caribe.
Hechos de esta naturaleza por tanto tiempo no los conocía la historia,hasta que el gobierno yanqui en su intención de rendir a Cuba, arrancarle la libertad e impedir la construcción de la sociedad socialista que su pueblo decidiera construir en su vencidad, en el mes de abirl de 1 960,aplicó lo que eufemísticamente denominó embargo.
Ni los propios aliados del imperio votaron a su favor,como la Unión Europea,que en un doble papel bochornoso secundó criterios que luego en la votación no sostuvo.
Abrumador golpe en que 187 miembros de las Naciones Unidas emitieran su sufragio en contra, el resto famélico y miserable de antemano se conocía: Estados Unidos, Israel y Palau,pequeño territorio comprometido como en años anteriores con el amo yanqui, mientras que se abstenían Micronesia y las Islas Marshall.
El Canciller cubano Bruno Rodríguez en la lectura de su informe desenmascaró los hechos que año tras año se repiten: algo tan aberrante como considerar a los niños que gravemente enfermos de cáncer y de otras enfermedades cardiovasculares agonizan en profundos sufrimientos enemigos de la poderosa nación impidiendo las medicinas que les salvan o alivian las adquiera Cuba;todo esto bien detallado,con nombres y apellidos de las entidades farmacéuticas que se les subordinan en su territorio y en otros paises que niegan su venta por
subordinación al gobierno norteamericano,al tiempo que cierran puertas a la venta de equipamiento médico y sus repuestos necesarios tanto los made in USA,como aquellos que contengan componentes de igual procedencia.
Tantas fueron las ignominias denunciadas por Bruno Rodríguez, el digno Canciller, que parecerían a quienes las ignoraban y son creyentes de alguna religión como designios tenebrosos del infierno.
Por supuesto que la representante de los Estados Unidos en la ONU hizo una versión mañosa del bloqueo u embargo como tal le llaman, en que la heroica Cuba aparecía ,practicamente, como una progresiva asociada del gobierno que como condición solo prescribía la desaparición de la independencia y el honor de un pueblo que pago con sangre sus conquistas,y no faltaba más la desaparición del socialismo.
El Canciller cubano nuevamente intervino para desmentir la histriónica argumentación y mantener en el banquillo de los acusados a la mayor potencia en el mundo.
Si no existieran tantas tristezas generadas por un bloqueo que ya cumplió 50 años , tal vez pudiera festejarse con fuegos artificiales la batalla ganada,pero no por ganada en las Naciones Unidas significa que dejaremos de estar en las malas intenciones de la potencia que no concibe que a 90 millas de sus costas un país con 11 millones de habitantes pueda izar sus banderas verdaderamente libre y construir una sociedad socialista que incita a la que llamó José Martí la América Nuestra a tomar rumbos de plena soberanía.
En ese ejemplo de Cuba, que bloqueada como ningún país en el mundo se ha sostenido por tanto tiempo y continua avanzando con sus propios esfuerzos y compartido sus resultados con otros pueblos humildes o que los han necesitado para que sus médicos salven vidas o devuelvan la visión a los condenados para siempre a la oscuridad,en la operación milagro,sin pedir nada a cambio y enviarle a sus maestros con el ingenioso método :Yo Sí Puedo, aquí concebido para alfabetizarles en diferentes idiomas y dialectos , al tiempo que acoger a sus jóvenes como estudiantes , incluso, de los propios Estados Unidos para hacerles médicos, que podrán servir con orgullo a sus pueblos y capacitarles en otras profesiones al igual tan necesarias para el desarrollo que les liberará.
¿Cómo es posible entonces que bloqueados por 50 años pueda alcanzarse todo esto,si nuestra sociedad socialista no es la buena?
Esto y muchas cosas más fueron puños con que el Canciller de Cuba noqueó al norte revuelto y brutal que nos desprecia.
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