Ya no escribo o quizás muy pocas veces.
Soy el viejo ermitaño de la casa
donde solo un reloj que se retrasa
indica que hay horarios,días y meses.
Mi mente es un espejo en que apareces
y hasta olvidar tu rostro me amenaza
porque el recuerdo con el tiempo pasa
pero siempre en otoño me entristeces.
Ya no escribo tu nombre en mis agendas
y antes tus iniciales estupendas
casi en todas las hojas escribía
Y yo sigo soñando con el beso
porque no hubo un final y te confieso
que te sigo aguardando todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario