domingo, 18 de julio de 2010

Un poema de Navarro Luna. NUNCA. Vick Miller

No sé si la palabra de estas rosas heridas
regresa de una tierra sin barcos y sin luna;
si regresa de un sueño de brújulas marinas
o de un sueño de nubes y de espuma.

No sé. No sé si esta agua, tan amarga y tan fría
es agua de borrajas iracundas;
no se si una corriente de lágrimas perdidas
son estas velas y estas lámpara mudas.

¡No lo sé!

No sé si entre tus manos la azucena inaugura
el último sonido de tu sombra caída;
no sé si en este pozo de banderas se escucha
tu péndulo de espinas.

No sé si en la despierta región de la amargura
con dedos de vinagre mis sueños acaricias;
ni si estas manos frías, tan frías, son las tuyas,
ni si son de tus manos estas rosas tan frías.

Pero si sé que nunca yo podré amarte. ¡Nunca!
Con ese traje torvo con que tú estás vestida.
Sin haber conocido la lágrima profunda,
el hambre de los pobres y la mise´ria fría...

¡ Eso...sí lo sé!

Evocando el amor que terminó. Por Vick Miller

La noche entera se cuajó en tus ojos.
Tu palabra era una calle
donde todas las puertas se cerraban.
Supe entonces porque las palomas
habían abandonado el campanario
y ya no se escuchaba el canto de aquel niño
que siempre había llegado hasta nosotros.

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