sábado, 3 de julio de 2010

Volver a encontrarnos en los versos . Vick Miller

Muchachita.

Muchachita sencilla de los ojos risueños,
de la sonrisa triste y el andar atractivo,
para tí son los versos que yo escribo
muchachita sencilla de mis sueños.

Para tí que no sabes del rumor de las cosas,
que piensas de la vida quizás ingenuamente,
mis palabras te llevan sutilmente
el perfume de nardos y de rosas.

Para tí yo quiera lo mejor de la vida
el amor dulce y bueno,la caricia sentida
que merecen tus labios mi bonita.

Que siempre seas feliz, que Dios lo quiera,
porque tuya es la flor y la quimera
mi amada muchachita


Desde el Adios.

Y después que te has ido estos versos escribo:
Cuando ya no te siento palpitar junto a mí
comprendo amargamente que tan solo yo vivo
en los breves instantes que paso junto a tí.

Ahora que ya no siento tu cuerpo junto al mío
y no siento tus labios brindarme su calor
tengo el presentimiento que un ensueño tardío
ha unido nuestras almas en
este inmenso amor.

Ahora que ya no siento tus manos en las mías
ni tu voz cristalina en el aire latir
la ausencia va acentuando esta intensa agonía
crece cuando pienso que nunca has de venir.
y acaso tu comprendas en un amargo día
que los dos separados no podremos vivir.

Para todos los tiempos.

En cada minuto te quiero, te quiero:
todo el día en silencio te espero, te espero.
Por tu cuerpo lloro, lloro todo el día:
¡qué dolor alegre!...¡Qué pena tan mía!
Todos tus minutos beso en fiebre loca,
tu sabor no muere jamás en mi boca
y beso la tierra por donde has andado
y beso el minuto que me has esperado.
De lejos ansío llegar a tu alero
y en cada minuto te quiero...¡te quiero!




Muchacha alegre y trigueña.

Muchacha alegre y trigueña,
madrigal en la sonrisa,
juega en tu pelo la brisa
y en tus senos se despeña.
Muchacha como te sueña
mi mente febricitante
cuando vislumbra distante
la tela de aquel corpiño
conque atste a tu cariño
mi más varonil instante.

Muchacha como te ansío
en la incierta madrugada
cuando ausente de mi almohada
estás y hace escarcha el frío.
¿Dónde estarà el amor mío
que con mi amor ya no sueña?
¿En qué ternura pequeña
abandonó su pañuelo?.
¿Quién acaricia tu pelo
muchacha alegre y trigueña?


Una Mujer

Una mujer,
seductora de abril y ojos radiantes
con su magia domina mis sentidos.
Acaso la encontré en un crepúsculo
al aire su inefable cabellera.
Esa mujer que amándome no es mía
es de un porcelana clara y táctil;
mis besos que penetran en su arena
la han poblado de estrellas en la tarde.


Para Anita Klinger.

Tu amor es como una nota
musical que me despierta
y salgo a abrirle la puerta
del amor que en mi alma brota.

Tu amor es una gaviota
que a mi pena siempre acierta
y halla la ventana abierta
en su vuelo de ala ignota.

Tu amor sincero y constante
se olvida de la distancia
y puede con su fragancia
disipar la soledad.

Mi amor es un caminante.
Tu amor es la eternidad.

La Capital Cubana.

La Habana es una doncella
que salida de un vergel
ofreció labios de miel
al titilar de una estrella.
Es la Capital más bella
que despierta en la mañana,
cuando la brisa temprana
sueña un perfume de mar
y el corazón sale a andar
para enamorarse Habana.


Para el final.

Yo se que el final vendrá
y no tocará a la puerta
que de par en par abierta
para entonces estará.
Como nada detendrá
a quien nunca se convida
cuando termine mi vida
un cansado invierno gris
quizás será el más feliz
si tu aguardas mi partida


Morir porque no me quieres

Me voy a morir por tí
con una muerte sin fosa
para dejarte la rosa
que anoche no te ofrecí
Me voy a morir así
entre un irme y un no irme,
con el ansia de evadirme
de lo que no conseguí.
Me voy a morir por tí
que es morirme y no morirme.

Es morirme y no morirme
en el sopor de un anhelo.
Es morirme por tu pelo,
por tu talle suave y firme.
Es como en tí consumirme
para que nunca me esperes.
Y como se que tú eres
lo que más hondo sentí
me voy a morir por tí
sabiendo que no me quieres.

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