lunes, 9 de agosto de 2010

Por el Cumpleaños 84 de Nuestro Fidel.

Para homenajearle me faltan las palabras en el intento de alcanzar la dimensión aproximada de su luminoso derrotero.
Hoy, cuando el tiempo en su andar insiste en hablarnos de una edad luminosa y sabia, el corazón multiplica sus latidos, para hacer infinita su presencia, para que su conducción nos siga acompañando, para tenerlo sobre el tiempo con nosotros.
Este aniversario en que festeja nuestro pueblo el cumpleaños ochenta y cuatro de Fidel, recuperada su salud, increiblemente visionario y certero en sus advertencias,
he vuelto a pensar en los símbolos patrios: el escudo invencible que le ampara y la bandera de la estrella insurgente y encuentro: Invencible Comandante en Jefe, que a todos se asemeja.
Por lo que escribo, con los sentimientos que me educan en su causa, la de la libertad verdadera, la del socialismo para Nuestra América, la que Martí columbró que se uniría con amor y cariño así como la une por debajo del mar la cordillera, para decirle con todo respeto en nombre de su pueblo: Felicidades y ratificarle que jamás nos abandonarán sus ideas para seguir venciendo en todos los combates que nuestros enemigos nos impongan y que en cada cumpleaños siga brillando como hasta hoy su estrella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario