sábado, 23 de enero de 2010

La Confesión del Amigo. Décima. Por Vick Miller

Mi amigo me confesó:
"Ayer falleció mi hijo".
Con tanta pena lo dijo
que el dolor me conmovió.
¡ Perdona ! . Así me pidió
¡No he querido que se enteren!
"Tu sabes como se quieren "
Y en verdad le comprendimos:
también nosotros morimos
cuando nuestros hijos mueren.

La Huella de Unos Besos.

Aun después de tu beso
camino indefinible
el alma me anochece
con su canción de huesos,
una voz sin palabras
invoca los regresos
y una sed de imposibles.

Más allá del silencio
voz de las cosas muertas
he quedado callando
un latido culpable:
estoy vivo, en la espera
de un final inestable
mas no lloro al conjuro
de las tumbas abiertas.
Más allá del recuerdo
no existirán las ansias
soñando un viejo amor
sin rumbo ni regreso
y el olvido enemigo
de todas las distancias
como un ladrón cualquiera
se llevará del alma
la huella de tu beso.

Evocción de la Ciudad del Golfo.

Con los creyones del alma
la nostalgia se dibuja
cuando la ausencia me estruja
el sueño y pierdo la calma.
Ciudad que el recuerdo ensalma,
que una glorieta es su anillo.
Esta ciudad que su brillo
nunca apagan las distancias,
de marítimas fragancias
es mi amor, es Manzanillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario