En vísperas del Desembarco del Granma

En Vísperas del Desembarco del Granma. Por Vick G. Miller

La alborada de la libertad se aproxima, navega en el yate Granma, Fidel es como una bandera de combate que se yergue en su proa. La juventud de Santiago de Cuba lidereada por Frank País se levanta para apoyar el desembarco.
En el combate caen Tony Alomá, Pepito y Otto Parellada. La dictadura ahogó en sangre la operación. Pero la ciudad no se sintió derrotada. Sus muertos, por el contrario,
Estimularon las ansias de lucha de la población santiaguera.
La tenacidad, su participación en la resistencia contra la dictadura alcanzaron por aquellos días las más altas cimas del heroísmo.
El poeta de la Revolución Manuel Navarro Luna al referirse al fuego patriótico de la Ciudad escribe: Es Santiago de Cuba, no os asombréis de nada!. Por allí anda la madre de los héroes! ¡Por allí anda Mariana!
Eran días de patriótica espera, Celia Sánchez muy unida a Frank País, preparaba a la juventud de Manzanillo, Campechuela, Niquero y Pilón por ser los municipios más cercanos al posible desembarco para apoyarlo. El 30 era la fecha en que la esperanza se aguardaba.
Situaciones adversas a las condiciones de navegación demorarían tres días más al yate de la libertad , pero no impidieron el inicio de la Epopeya de Combates y de Victoria comandada por Fidel. Más de veinte mil vidas asesinó la grotesca dictadura sostenida por el gobierno de los Estados Unidos, hasta su derrota.
Hoy al evocar el 30 de noviembre y sus gloriosos combatientes caídos el alma de la Patria resplandece en su recuerdo.
¡Es Santiago de Cuba! ¡No os asombréis de nada!.
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