A los Dirigentes

A los Dirigentes cuando el pueblo los ama siempre tendremos tiempo para rendirle honores. Por Vick G. Miller

Así pensé para hablar de Néstor Kirchner, el Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas.(UNASUR) y ex presidente de la Argentina..Lo habíamos admirado desde que asumió la primera magistratura de su Patria Gaucha entre los años 2003 y 2007, luego de los amargos años en que el hundimiento económico de los gobiernos neoliberalistas de Carlos Menem y Fernando de la Rúa la sepultaran. Así la Patria de San Martín y O´Higging , conoció a Kirchner y se alzo esplendorosa su colosal estatura suramericana..
Inesperadamente el generoso corazón del Líder Argentino cesó de latir, cuando con lealtad y sabiduría había asumido nuevas responsabilidades para que Sur América reafirmara el lugar por el que sus Próceres escribieran la más hermosa Historia.
Y donde Cristina su inefable compañera sigue alzando la bandera que el Líder Honrado había puesto en lo más alto y que ahora en sus firmes y femeninas manos las
dos franjas azules y la blanca, en cuyo centro esplendente el sol la
sigue iluminando para que florezca con su irrenunciable esplendor e hidalguía histórica..
Pero el inequívoco pueblo al conocer su deceso con banderas, lágrimas y flores se lanzó a las calles para entregarle su gaucho corazón agradecido, repleto de amor, y la reafirmación de respaldo a la esposa y presidenta de su país :Cristina Fernández .
Junto a ella y sus hijos, los genuinos representantes del ALBA estuvieron presentes y otros dirigentes, con el reconocimiento al talento y la honradez inquebrantable del Líder que la Patria acogía ya junto a su corazón.
Bajo la incesante lluvia con que las nubes también lloraron al mandatario, la tremenda marea del pueblo coreaba la histórica frase de Evita Perón: ¡Volverás y serás millones! Y a la valiente y patriótica presidenta de los argentinos la alentaban con voces de ¡Fuerza!
Fueron dos días de gallardo dolor del pueblo agradecido, que con el himno de la Patria en los labios también afirmaba: “Néstor no se murió, vive en los corazones de nuestro pueblo trabajador”. Mientras, la maternal insignia de la pampa argentina le abrigaba de las inclemencias del tiempo y resplandecía a lo largo de los 11 kilómetros que separan al aeropuerto provincial del cementerio que al recibir su cuerpo se honró para siempre en la memoria de Suramérica, Centro América y el Caribe, donde los cubanos también nos consideramos sus hermanos. .
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