Lucius Walker, una leyenda de amor para los cubanos. Por Vick Miller

La noticia impactante conmovió al pueblo cubano: Lucius Walker , el pastor evangélico, había fallecido repentinamente, víctima del infarto masivo de su corazón.
Era real y sumamente triste lo acontecido.
En una parada de omnibus en Ciudad de La Habana, donde me encontraba, alguien comentó: "Era nuestro Rey Mago, el que nunca nos abandonó", y otra de las personas que allí aguardaba el transporte de pasajeros añadió:"El siempre siguió la estrella de su corazón, cargado de regalos imprescindibles, con los cuales podía demostrar que sí se puede romper el bloqueo norteamericano contra nuestra Patria.

Pensé y sentí entonces como mío aquel símil ocasional de una antigua tradición cristiana, conque un pueblo agradecido ponía su corona de flores en el recuerdo del amigo que había dejado de existir.
El infatigable dirigente y fundador de los Pastores por la Paz, que desde el año 1982durante 18 años ininterrumpidos siempre llegaba sonriente y feliz para hacernos entrega de vehículos, dígase ómnibus, computadoras, medicinas para nuestros hospitales, material escolar y alimentos burlando el bestial cerco que les cerraba las fronteras, para impedirles que pasaran con su carga de amor que podía romper el bloqueo de Norte América una y otra vez.
En más de 90 ciudades en los Estados Unidos conocían a los Pastores por la Paz que les visitaban, año tras año y acostumbraban ofrecerles la generosa ayuda, de todo tipo,cuando a ellos acudían
Lucius Walker declaraba; "Cualquier cosa que nosotros hagamos es en primera instancia una respuesta al amor que Cuba ha brindado al mundo. Nuestra solidaridad está basada en la importancia que tiene mantener el ejemplo. No me gustaría pensar en un mundo sin Cuba"
Qué demostración más entrañable de solidaridad,para un país al que la soberbia y la injusticia del gobierno norteaméricano no podía consentir que no se le subordinara a sus designios y mucho menos a que construyera una sociedad más justa y humana:la sociedad Socialista a 90 millas de sus costas.
Para muchos en el mundo era increible la consagración cristiana del modesto Pastor para tratar de hacer comprender a las autoriddes de su país la bárbara injusticia
un bloqueo que pronto cumplirá 50 años desde su aplicación, contra un país pequeño y humilde, pero lleno de dignidad y coraje para no ser puesto de rodillas jamás y hacer realidad el enunciado de su decisión: ¡Patria o Muerte!
Lucius Walker conocía el valor cristiano del sueño que le inspirara a la creación de los Pastores por la Paz y que en diálogo en La Habana con el reverendo Raúl Suárez, director del Centro Martin Luther King encontrara el apoyo a su idea.
Desde entonces, año tras año rompió el bloqueo al retornar con su carcaj de solidaridad cargado de regalos para el Marvilloso Archipiélago que izando con hidalguía su estandarte de honor en el Mar Caribe demostraba a todos que: Un Mundo Mejor Es Posible