sábado, 18 de septiembre de 2010

Retrospección. Comentario

Retrospección. Comentario. Por Vick Gómez Miler.

El pasado lunes las Reflexiones del Compañero Fidel tituladas: La Infinita Hipocresía
de Occidente, impactantes, y precisas, me invitaron a buscar en mi mente recuerdos incluso desde la infancia donde los gitanos estuvieron presentes, aunque de esto último
en verdad hay muy poco o casi nada.
Vivía yo en Manzanillo, y escuché comentar refiriéndose a personas que por allá andaban que eran gitanos. De manera que por esta isla estuvo o puede estar la presencia de aquellos humildes errantes.
Mucho después, tuve la oportunidad gracias al triunfo de la Revolución de estudiar en el extranjero, en específico en Budapest, Hungría y allí en muchas ocasiones pude ver, a los cigánys, como nombran a los gitanos y escuchar extasiado sus interpretaciones musicales como integrantes de orquestas de cuerdas en las que sus violines nos entregaban desde el cascabel de una risa hasta el cristal de las lágrimas. Los cíngaros que entre ellos conversaban en un idioma nunca antes oído por nosotros y digo nosotros porque a todas partes siempre me acompañaba un antiguo compañero del Ejército Rebelde, descendiente de Padres de Trinidad Tobago,: Silver Tomphson Mc Turner, quien llevaba consigo su guitarra, que sería para el amigo otro imprescindible acompañante.
Cierto atardecer visitamos un pequeñísimo lugar en O´Buda, cuyo nombre en húngaro era Miniatur, innecesaria es la traducción. Y allí Silver muy quedamente tocaba la guitarra. De pronto se sentó a nuestro lado un desconocido acompañado por una muchacha, y muy ensimismado comenzó a escuchar , y en una interrupción, se nos presentó, él era músico, era gitano.
Nosotros con toda cortesía nos pusimos de pié y le extendimos nuestras manos al tiempo de decirles que éramos cubanos. Sonrientes, nos extendieron las suyas, para decirnos después con firmeza:¡De Fidel! todo esto en húngaro, a lo que respondimos : :¡naturalmente!¡ természetesen!. Él nos contestó, que nuestra naturalidad les conmovía, porque a ellos , solían despreciarles. Y que aquella noche la música nos había reunido y el nombre de Cuba jamás lo olvidarían.
Luego tuvimos oportunidad de escucharle con su agrupación musical cíngara y en verdad, era maravillosa. Pero de ellos siempre había una obsesiva discriminación, sencillamente: ¡ malos! , porque se dedicaban a leer barajas, ofrecer la venta artículos por ellos confeccionados ,danzar, cantar , y otras atracciones, además de lo más amado: su música, el precioso consuelo de un errante existir; en fin todo aquello que a nadie hacía daño y les permitía llevar el pan de cada día a sus bocas. Pero una leyenda injusta les perseguía: eran gitanos, eran malos. Hitler los había odiado y asesinado por cientos de miles, aplicado las peores torturas mientras les exterminaba en los campos de concentración junto a los judios. Cuentan que a sus pequeños mientras les descuartizaban sus desgarradores gritos desde lejos se escuchaban.
A unos : los Judios, los exterminaban por aguardar aún al Mesías,.y a los otros por tener sangre impura, ser de una raza inferior.
Hoy Sarkozy , ha decidido expulsar a los gitanos rumanos y búlgaros de Francia, .el mandatario francés les arroja sin misericordia ,mientras les ocupa sus viviendas, transportes y otros medios de subxistir, con la justificación calumniosa del carácter criminal de estos ciudadanos. Y allá van, humildes con sus criaturas de mano y triste resignación, hombres y mujeres perseguidos por la discriminación y la xenofobia, esperando que algún día la historia les declare inocentes..

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