sábado, 23 de mayo de 2009

LA GLORIETA MORISCA DE CUBA.

Cuando en Cuba se habla de las bellas glorietas que enclavadas en el centro de los parques
transmiten al transeunte el encanto de cada ciudad,es menester sin dudas referirse a una de ellas,
que sigue siendo la más distinguida entre todas aunque su edad alcanzó ya los 85 años de construida; si alguna duda prevalece despues de la descripción y su historia que es parte de un heroico pueblo,les invito entonces a que la visiten,
Cuando un viajero arriba por primera vez a Manzanillo, se detiene obligado por la admiración ante la soberbia construcción que centra el parque Céspedes.
de la ciudad que se recuesta a la Sierra Maestra y se entrega feliz al Golfo de Guanacanayo,que con sus tranquilas aguas azules la abraza.
Alrededor de la Glorieta generaciones de niños han jugado y danzado durante las retretas que la Banda de Conciertos ofrece frente a ella. Años atrás por este parque , en noches dominicales, el público ocupaba sus avenidas girando los hombres al caminar por su paseo interior,en sentido contrario al de las mujeres, propiciador esto de saludos,primeros encuentros y escogidos piropos,¡vaya usted a saber cuantos amores tuvieron sus inicios en estas vueltas con ofertas de jazmines y mariposas , imprescindibles a la galantería citadina, influenciada por la deslumbrante flor que en el centro del paque se abre.
La construcción de la Glorieta estuvo inspirada en los regios torreones existentes en el patio de Los Leones de la Alhambra Granadina en España.
La obra que en el decir de los que peinan canas, tuvo apoyo económico en la suscripción popular,surge de un proyecto del peninsular José Martín del Castillo,el que materializó en su construcción Rafael Orchel Ortiz y Raimundo Roca, experto en escultura decorativa.
Ahora les invito a elaborar en sus mentes la sugestiva imagen de la Glorieta Morisca.
Sobre el nivel del piso, a un metro y cincuenta centímetros de altura se alza esta obra armada en forma de exágono.
Cada uno de los lados de la glorieta cuenta con cinco arcos montados sobre columnas,de las que dos son mayores e igual número de pequeños en sus laterales . Estos los soportan cuatro pequeñas columnas que sirven de base a un cimacio o moldura que ciñe las columnas principales; sobre los arcos un friso circunda el exágono rematándolo por sus lados. Encima del mismo una cornisa de igual estilo con zabaletas de tejas de terracota,tipo español es terminado por un almenado también morisco.
El decorado exterio en perfecta armonía se enriquece con el empleo como adorno de la escritura árabe en disposición vertical.
El techo de la Glorieta manzanillera realza su belleza al formarse por una bóveda de cemento armado ,revestida exteriormente con escamas de barro esmaltadas en verde y blanco. El tamaño de estas escamas es variado y se imbrican armoniosamente en una combinación que destaca la cubierta.
En el centro de esta cúpula se alza un pináculo integrado por tres esferas que disminuyen de tamaño de abajo hacia arriba incrustadas en una lanza que las sobrepasa.
De manera estimado lector que si usted desea conocer a esta novia de la cultura manzanillera: la Glorieta Morisca,cuando visite la Ciudad del Golfo diríjase a su parque central donde la hallará gentil y coqueta ofreciéndose con orgullo a la extasiada observación de quienes sorprendidos la admiran.

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