El Dolor Hermana a los Hombres. Crónica. Vick Miller

Un viejo decir popular recuerda que el dolor hermana a los hombres.
Yo pienso que también los distingue cuando las palabras de Martí insisten en que el Silencio es el Pudor del Dolor.
Esa grandeza existente en las voluntades del Héroe Nacional y del Comandante en Jefe Fidel les une, no sólamente en la convergencia de ideas y propósitos, sino también en la firmeza para enfrentar las vicisitudes y penurias que a ellos también les deparó la vida.
Martí silenciaba sus dificultades esofágicas y cardiovasculares, la lesión que atenazaba sus pulmones, el quiste inguinal y el tumor testicular que se reproducía no pudieron jamás detener sus pasos ni mermar la voluntad tenaz de su espíritu.
La entereza martiana está vívida en Fidel, ningún dolor ni quebranto de la salud lograron hacer flaquear su voluntad y decisión en la entrega total por alcanzar siempre la victoria de nuestro pueblo ante todas las adversidades que puso el imperialismo en el camino de la Revolución para impedir que alcanzara la verdadera libertad, la salud y el avance educacional, así como hacer que el internacionalismo proletario tuviera siempre en lo más alto sus banderas.
Anda en Martí y Fidel el amor más grande por los pobres de la tierra y el derecho de estos a alcanzar la dignidad plena del hombre.
Y para lograr el sueño de que a los cubanos jamás enemigo alguno pueda arrancarles el derecho de construir la sociedad con todos y para el bien de todos en la Patria para siempre liberada , alzan la bandera de la estrella insurgente y solitaria en la cúspide de la invencible decisión de Patria o Muerte.
Así andan Martí y Fidel: en el Heroico Comandante vive orgulloso el Maestro y en la obra gigantesca que construye la Revolución Cubana destellan la inteligencia y la sencillez rotunda de nuestros Dos Héroes.