lunes, 6 de diciembre de 2010

Crónica: El Joven José Martí en Zaragoza.España. Vick G Miller

Homenaje al Héroe de Dos Ríos. El joven Martí en España. Por Vick Gómez Miller.

José Martí y Fermín Valdés han arribado a Zaragoza. Mientras recorren las añejas avenidas que se les abren les abren, observan con simpatía los rostros que van convirtiéndose en semblantes del nuevo hogar. Luego se detienen frente a una puerta, cuya dirección han estado consultando en un papel que Fermín lleva en su mano.
Éste habla. Aquí es Pepe, toca tú por favor que siempre eres el de la buena estrella.
Martí le responde: Siempre tienes unas sugerencias a las que no le faltan tu buen humor de siempre. Pero es mejor así…sigue…sigue sonriendo…enseguida toco.
Al tocar a la puerta y aguardar brevemente, ésta se abre. Frente a ellos un hombre de cabello que encanece les mira con interés, mientras les ofrece su saludo.
Buenas tardes jóvenes!.. ¿.En qué puedo servirles?.
Pepe, como desde ahora seguiremos refiriéndonos a José Martí le interroga a su vez:
¿Es usted Don Félix Sanz?
El hombre que les observa con amabilidad les responde: Usted lo ha dicho! Gusto en conocerles! ¿En qué puedo servirles?
Fermín interviene: Es que un familiar me ofreció su dirección al conocer que buscamos alojamiento.
Si es así, contesta Don Félix: ¡Pasen entonces adelante!
Muy cerca de ellos escuchan unas risas…que precisan al propietario a aclararles: Son mis hijas, que están detrás de las cortinas, al costado de ustedes .Les pido las disculpen! Son dos locuelas, traviesas, pero, también muy mables.
Todos sonríen..¡ Bienvenidos pues!
Por favor, tengan a bien sentarse, pero…por favor pongan sobre la mesilla junto a la puerta sus equipajes, mientras les atiendo. De ellos se encargarán mis Paticas Verdes.
Fermín con el rostro aniñado muy alegre le interroga: ¿Paticas Verdes? Yo no las veo así
Es una broma que puso nombrete a mis hijas por ir la procesión con medias de ese color. ¡Cosas de la juventud Con perdón de ustedes.
En la Casa de Don Félix Sanz donde han sido bien recibidos hallan los jóvenes una genuina hospitalidad. Pepe y Fermín se distribuyen la amistas de las Paticas Verdes, como un bello consuelo a la soledad sombría del destierro.
Pero, por ahora, concluimos. Volverán a encontrarnos nuevamente si así lo desean. Tengan nuestros saludos.

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