Décimas para el final. Por Vick Gómez Miller
Nadie consigue evadir
la muerte que nos aguarda
y que más o menos tarda
para dejar de existir.
Es el camino a seguir
en la interna soledad,
que solo la voluntad
del corazón bien adentro
puede guiar a ese encuentro
con serena dignidad.
Siempre seremos culpables
de nuestros propios errores
y es en vano que deplores
encuentros ineluctables.
Propias virtudes no hables
aunque llegue la ocasión,
porque en esa dimensión
que en el final nos espera
alguien habrá quien nos quiera
y nos ofrezca el perdón.
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