sábado, 18 de diciembre de 2010

Rubén Martínez Villena con su Pupila insomne siempre nos acompañará Por Vick. G. Miller

Este diciembre 20 andará el recuerdo agradecido de cada revolucionario celebrando el cumpleaños de aquel compañero que aún agonizante se erguía sobre el propio pulmón cada vez más herido, para entregarle hasta el último liento a su Partido, al de Mella y Baliño, al de los obreros y los campesinos, al de su Patria profunda y proletaria en el surco de fuego donde como un semilla comunista, el enfermo viril se había sembrado.
Este 20 de diciembre, nuestro Rubén que naciera al finalizar el sigloXIX, cumplirá ciento once años.,
Siempre llevaré en mi pensamiento el recuerdo del acto conmemorativo por el 26 de Julio del año 1973, en la explanada frente al antiguo cuartel Moncada en Santiago de Cuba, convertido ya en escuela por la Revolución.
Era una conmemoración diferente a todas las anteriores. Los invitados que ascendiamos a varios miles nos encontrabamos sentados, sin incluir a los miles de Santiagueros que en el exterior, también muy conmovidos escuchaban como se iban nombrando a los héroes caidos en aquel combate para tomar la odiada fortaleza de la dictadura en el poder.
Y al pronunciarse cada nombre de mártir que pereciera en la gesta ,todos, con lágrims en los ojos y la fuerza mayor de nuestras gargantas exclamabamos: ¡Presente !

Luego nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, evocó a Rubén Martínez Villena y su verso premonitor del anhelado combate, el Mensaje Lírico Civil, en el cual Rubén invocaba: Hace falta un carga para matar brivones, pra acabar las obras de las revoluciones. Para vengar los muertos que padecen ultraje, para arrancar la costra feroz del coloniaje. Y luego para finalizar reclamaba: ¡Para que nuestros hijos No mendiguen de hinojos: la Patria que sus padres
conquistaron de pié!...Entonces Fidel con toda su hidalguía expresó: Desde aquí te decimos : ¡Rubén el 26 de Julio fue la carga que tú pedías!

Éste es Rubén , el patriota, el inclaudicable comunista a quien la tuberculosis había minado, que por seguir en todas las batallas, dejaba a un lado la propia curación que todavía era posible, después del internamiento médico en la Unión Soviética, que mucho le asentó.
Pero al retornar a su país, volvió a entregarse plenamente a las noches sin sueño, a las reuniones clandestinas, a todas las amenazas que la dictadura significaba para aquel comunista infatigable en la preparación de su anhelada carga para matar brivones que le exprimía el pulmón.

Este Rubén Martínez Villena, seguía siendo también uno de los grandes poetas de Cuba, inmenso y genial, no pudo ofrecerle a la poesía todas las joyas que en cofre de su mente guardaba y creaba. No, no tuvo tiempo para llenar libros, pero nos legó su creación para que nosotros la valoraramos , nunca imaginó cuanto conmovería a quienes las disfrutaron y aún a través de ellas nos sigue enseñando a amar al amor y la Patria, porque él esta junto a Heredia, Martí, Guillén, Navarro Luna,Retamar, Augier,Ballagas, Vitier, Félix Pita,Naborí, Birne,Lezama y muchos más a quienes con orgullo honramos.

Pero evocando la poesía de Rubén , la que en su agónico quehacer nos dejó: su Pupila Insomne y El Anhelo Inútil, que musicalizara Silvio Rodríguez; su Hexaedro Rosa, El Sainete Póstumo en que profetizara su final, la Sinfonía Urbana y otras creaciones que nos llevan a recordar estremecidos al enfermo valiente, al militante del Partido, al gigante con el pulmón
sangrante que decidió entregar su generosa vida por servir que fue su gallarda manera de crecer
hsta un 16 de enero de 1934 en que dejaron de respirar sus malheridos y tremendamente fatigados pulmones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario