viernes, 15 de abril de 2011

CuanCuando muere un compañero Crónica Vick G. Miller

Eduardo García Delgado, nació en Cienfuegos el 13 de octubre de 1935. De padres humildes pero preocupados por su hijo, logra estudiar hasta graduarse en el Instituto de Segunda Enseñanza de su Ciudad Luego se tralada a La Habana, para buscar trabajo. Pero a un bachiller, sin padrinos ,no le era fácil encontrar un trabajo en la seudo república-. Por fín logra emplearse como mozo de limpieza en la fábrica de pegamentos de un ciudadano norteamericano. sí le alcanza la Revolución el primero de enero de 1959 y vislumbra que el camino de los humildes se había abierto. Desde entonces convierte a la Revolución, como a todos dice en su novia. Al llamdo del Comandante en Jefe pasa a prepararse como artillero en Ciudad Libertad. Allí también imparte clases de política. Ser revolucionario concebía Eduardo era la disposición de entregar la vida por su causa. Ella, le decía sus compañeros era su novia, la más amada Al producirse el bombardeo contra el aeropuerto de Ciudad Libertad, con presteza ocupo su puesto en la artillería antiaérea. Él y sus compañeros dieron una inesperada bienvenida a la aviación norteamericana agresora. Después de la cobarde agresión el recuento del enemigo de los daños que la artilleria antiaerea de Cuba causó a sus aviones, había sido trfemendo pues en todas las naves que pudieron retornar a sus bases el plomo de la artillería les hbía marcado. Pero durante el combate Eduardo rcibio una herida de gravedad. Haciendo un esfuerzo desesperado se apartó de la antiaerea y poco a poco alcanzó a desplomarse junto a una puerta, mientras agonizaba. Sus compañeros al ir en su auxilio, él les pidió que primero atendieran a los otros heridos, que él podía esperar. Así le alcanzó la muerte. Minutos después volvieron a buscarle pero ya su noble corazón había dejado de latir. Sus sentimientos quedaron escritos con sangre de la mortal herida sobre la puerta donde agonizó. Allí estaba el nombre de su Jefe Querido: FIDEL Un poeta también inolvidable al conocer lol acontecido escribió La Sangre Numerosa. Cuando con sangre escribe Fidel este soldado que por la Patria muere: ¡No digaís miserere! Esa sangre es el símbolo de la Patria que vive. Cuando su voz en pena lengua para expresarse parece que no halla ¡No digaís que se calla! Porque en la pura lengua de la Patria resuena. Ya nada habrá que pueda parar su corazón unido y repartido. ¡No digaís que se ha ido! Su sangre numerosa junto a la Patria queda.

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