miércoles, 6 de abril de 2011

Un Pionero educado y sonriente me dijo: Sueño que un día seré como Martí. Vick Gómez Miller

Entonces pensé escribir para los niños soñadores como era Nuestro Héroe Nacional José Martí. ¿Cómo era la estatura de Martí? ...Y algo en mi mente alumbró para concebir que la estatura de los Héroes es del tamaño de sus propias hazañas. De maner que estamos en presencia de un gigante en la hidalguía y en el talento, unido a la sinceridad y la modestia. Sus historiadores lo describen como un hombre amable y cordial siempre dispuesto a sufrir por todos los demás. Concebía a los niños como la prolongación maravillosa del ser humano. Al nacer su Ismaelillo le brotó del alma escribir: Tengo un hijo...¡En él me renuevo! Renovrse en un niño es la afinidad en el deseo del pionero educado y sonriente que motivó esta crónica: Ser como Martí. Su valentía y fortaleza de espíritu le llevan a concebir el grado de resistencia que su cuerpo podría asumir ante el dolor y los sufrimientos, en el accionar durante la Guerra Necesaria y nos recomendó que : El silencio es el pudor del dolor. Tanto amaba a los niños que gozaba su alma al escribir para ellos, contándoles de la naturaleza que nos rodea y muy en especial narrarles sobre la lucha titánica de los Próceres de Nuestra América, como así bautizó magistralmente al continente que se extiende desde el Rio Bravo a la Patagonia. Tan persuasivos eran sus discursos que a todos convencía, porque en ellos era capaz de estremecerm los sentimientos de cuantos amaban a Cuba. Su salud...debo explicarte: Niño que anhelas ser como Martí era muy escasa...desde el el presidio siendo casi un niño en las canteras de San Lázaro y su entrega total para recaudar el dinero con que comprar armas y municiones para iniciar la guerra. Apenas comía y su humilde vestuario, por lo común una levita oscura raida por el uso con la que enfrentaba al clima helado en la ciudades de Norte América. Y jamás tomó un centavo para renovar su escaso abrigo, ni para alimentarse. Ya en Cuba , su amado suelo, subía lomas y andaba sus llanos a pié o a caballo,, cargando la pesada mochila donde se encontraban medicamentos y vendas para los heridos además de planos, proyectos, libros y su correspondencia, en fin objeto personales , pero no se rendía ni se quejaba, que es una forma de ser gigante. Su corazón, su circulación sanguínea, su sistema digestivo, el tumor testicular que se le reproducía y la huella aun lacerante del grillete.Pero era Nuestro Martí,Nuestro Héroe Nacional tan corajudo que nada ni nadie hubiera conseguido postrarle, hasta que las balas de las armas españolas, sus mausers, le alcanzaron, primero en una pierna, luego en el cuello y después en el corazón. Solo así podrian derribarle. Y al desplomarse del alazán que el Mayor General José Maceo le regalara con extremada devoción, estamos seguros , querido Pionero, que el lamento no afloró a sus labios. Hoy que los Pioneros, como tú, concluyeron su importante Congreso, estoy convencido que ellos sienten en sus mentes y en sus corazones ese honroso anhelo que me confesaste :¡ Ser Como Martí !

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