Amigo distante,Papá,todvía anda tu recuerdo acosándome en la personalidad humilde en que te veo: carretillando fieramente en la estación del ferrocarril de nuestro pueblo.
Te concibo escribiendo algún poema,alentdo por las musas que gentiles jamas te abandonaron,o leyendo para asimilar autodidactas conocimientos.
Así te veo en el pensamiento,con tu vieja guitarra acompañando en las noches de luna a Carlos Puebla en sus serenatas de otros tiempos .
Estás aquí defendiéndome desde la pubertad,enseñándome el valor que debe estar presente en
nuestra vida.
Y vas Papá en el recuerdo eternizado,donde el lamento te sabe en otra tierra distante de mis ojos,donde tu cuerpo enjuto no reposa,martirizado por el deseo de un retorno que nunca alcanzarás.
Padre no es costumbre que una flor te identifique,pero hace que el amor persista en la simiente que engendró tu renuevo. Por eso estás aquí,mi lejano Papá,en la sombra armoniosa del camino
aliviando los trechos que mis pasos aún recorren sin tí, mientras que mis palabras no pueden alcanzarte en ese día frutal del mes de junio en que te felicito desde mi corazón y pensamiento
querido Papá.
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