Meditando luego del paso de los último huracanes por nuestro país.
Cuando la naturaleza se empecina en destruir lo erigido por las manos del hombre,con sus furiosos ataques de viento y aguas, la tristeza y el dolor sobrecogen a los más viriles corazones testigos del desmoronamiento de los sueños que anidan en los hogares.
Alguien expresaba que las imágenes televisivas de tanto horror y las sobrecogedoras palabras de "Todo lo Perdí", habían puesto en sus ojos dolientes lágrimas.
Miles de humildes casas aplastadas por los furiosos vientos o arrancadas sus cubiertas por las ráfagas de los huracanes, que al tiempo que destrozaban los humildes muebles y los efectos electrodomésticos, que la Revolución hizo llegar a las familias en la empecinada batalla de Fidel por la utilización y el ahorro energético que ilumina y que salva.
El Comandante en Jefe se había referido en sus reflexiones al ataque nuclear que asemejan los eventos meteorológicos, en símil preciso de una imagen que a todos nos alcanza.
Y entre aquellos manantiales de angustia y desesperación emergían las palabras esperanzadoras del corazón que pregonaban: ¡ NI FIDEL NI RAUL NOS DEJARAN DESAMPARADOS!
Una vez leí que un pobre comparte primero su mendrugo de pan que un rico sus millones; por ello comprendí tras el paso del huracán Katrina que sepultó Nueva Orleans con las aguas que sobrepasaron los diques , arrasados por los los descomunales vientos y el ímpetu del mar,quienes lograban sobrevivir no dejaban salir de sus labios las palabras que hoy miles de
cubanos ante las cuantiosas pérdidas proclamaran con firmeza:¡ NO ESTAMOS DESAMPARADOS!
En nuestras antillas mayores los mismos huracanes dejaron su estela de destrucción y muerte y la miseria se hizo aullido para invocar la conmiseración de los poderosos,esa que nunca antes les llegó. Para ellos jamás existió la esperanza.
Pero en nuestra Cuba Socialista, todos están convencidos de que nuevos techos y paredes volverán a cobijarles y tendrán de nuevo sus hogares, no de lujos y ostentación, pero sí familiares y llenos de amor, que sus laboriosas manos reconstruirán, y no faltará el sueño antes alcanzado de los equipos electrodomésticos que también la naturaleza destruyera.
Por que sí : Fidel y Raúl, el socialismo con todos y para el bien de todos No les abandonarán en la desolación y la tristeza
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