domingo, 4 de enero de 2009

PREÁMBULO PARA EL SACRIFICIO MAYOR.

Ya columbra el Apóstol en su febril mente el horizonte de la patria amada.Faltan recursos para ultimar los preparativos y con su ingenio convence.Él quisiera ser relámpago y cubrirlo todo:todo el deber; luego vendrán otros a la gloria...Solo que a las alturas no se sube a saltos.El primer peldaño es nuestra unión sólida.Después...escaleras arriba sin esperar a más acuerdo que el posible.Porque las guerras no son obras de gabinete que se componen como páginas de de una novela.Así escribe y así ocurre. Tampa,Cayo Hueso, Nueva York están ya en funciones,nuevos clubes organizan en Chicago y Filadelfia; su correspondencia incesante les lleva la gallarda elocuencia . La función de los clubes en lo principal debe ser mantener las cajas revolucionarias.
A cada uno deja que con discreción hallen formas de cuestación.Cada club se reservará la mitad de lo que recaude,acumulando su fondo de guerra.la otra mitad debe ir a él para los gstos de la acción preparatoria. El Delegado no puede ocultar su creciente pobreza,el rostro demacrado,la levita raida por el uso,los puños de celuloide que le denuncian. Cuida con celo no surjan dudas hacia su persona que rechaza todo estigma.
Ha visitado las poblaciones donde hay concentraciones de cubanos: Jackson Ville, Sants Petesburgo,Thomas Ville, Saint Agustine,Acala; todos responden,la voluntad que el Delegado enciende es llama viva que alumbra el sacrificio y los cubanos le entienden. A todos acude,hasta a los que sin ser cubanos le escuchan y le aplauden . Primero está la Patria. Es en el Cayo Hueso donde le aman; los jefes veteranos firman su compromiso público de alistamiento. Tiene que hacer una las voluntades.
En el Cayo Hueso patriótico ha logrado que el amor a la Patria esclavizada alce corazones pra procurar la Guerra Necesaria a la que dan su pobre economía los tabaqueros; cada semana contribuyen con un día de jornada,lo quje era algo así como dos pesos y medio por cada hombre. El Día de la Patria se duplicaba la tarea; un poco más y se adquirirían los pertrechos de guerra. El sueño de la libertad ya enciende sus estrellas en el horizonte y José Martí,el Delegado, une más apretadamente a los cubanos para iniciar la epopeya libertadora de La Guerra Necesaria.

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