jueves, 24 de marzo de 2011

Nuestro José Martí y Otros Versos de Amor. Vick Gómez Miller

NUESTRO JOSÉ MARTÍ. Por Vick Gómez Miller

Era un hombre gentil, resplandeciente,
Tan modesto y sincero que podía
A todos conquistar. No sonreía
Y todos le encontraban sonriente.

Era en su pulcritud tan imponente
Y al mismo tiempo su humildad tenía
La elegancia viril que trasmitía.
Era su corazón el más valiente.

Era de verso fácil e imponente
Y sencillo y fragante en tal mesura
Que el alma le doblaba la estatura
Y era una estrella diáfana en su frente.

Cuando habléis de Martí. Del combatiente,
Corazón de la Patria y más cubano,
Decid a todos que nos dio su mano
Y ordenó combatir por el presente.


OTROS VERSOS DE AMOR
Vick Gómez Miller.

Mi Primer Amor Se Llama Ana.

Mi amor que no estás aquí…
Mi amor en la lejanía.
Que ya se olvidó de mí.

Te conocí en la distancia
Milenario Budapest
Eras joven, yo también
Y la fortuna exigía
Conocernos Ana mía
Y en Buda te conocí.
Eras la niña feliz
Y yo el chico campechano.
Fuiste mía muy temprano
Yo siempre fui para ti.

Pero tuve que partir.
Llorabas porque me iba.
Lloré porque comprendía
Que ese instante te perdí.

Pero el tiempo al transcurrir
Quiso otra vez encontrarnos:
Nunca dejamos de amarnos
Hasta que ayer te perdí.

Mi culpa fue no advertir
Que celabas mi cariño
Tu silencio fue el castigo,
Desde entonces no consigo
Ni tus cartas, ni dormir.

La distancia es un morir.
Eterna melancolía.
Desde entonces Ana Mía,
Mi amor que no estás aquí.
Mi amor en la lejanía
Que ya se olvidó de mí.










Pero tuve que partir,
Llorabas porque me iba,
Lloré porque comprendía
Que ese instante te perdí.

Pero el tiempo al transcurrirun morir,
eterna melancolía.
Desde entonces Ana mía ,
Mi amor que no estás aquí,
Mi amor en la lejanía
Que ya se olvidó de mí.

Era un hombre gentil, resplandeciente,
Tan modesto y sincero que podía
A todos conquistar. No sonreía
Y todos le encontraban sonriente.

Era en su pulcritud tan imponente
Y al mismo tiempo su humildad tenía
La elegancia viril que trasmitía.
Era su corazón el más valiente.

Era de verso fácil e imponente
Y sencillo y fragante en tal mesura
Que el alma le doblaba la estatura
Y era una estrella diáfana en su frente.

Cuando habléis de Martí. Del combatiente,
Corazón de la Patria y más cubano,
Decid a todos que nos dio su mano




NUESTRO JOSÉ MARTÍ. Por Vick Gómez Miller

Era un hombre gentil, resplandeciente,
Tan modesto y sincero que podía
A todos conquistar. No sonreía
Y todos le encontraban sonriente.

Era en su pulcritud tan imponente
Y al mismo tiempo su humildad tenía
La elegancia viril que trasmitía.
Era su corazón el más valiente.

Era de verso fácil e imponente
Y sencillo y fragante en tal mesura
Que el alma le doblaba la estatura
Y era una estrella diáfana en su frente.

Cuando habléis de Martí. Del combatiente,
Corazón de la Patria y más cubano,
Decid a todos que nos dio su mano
Y ordenó combatir por el presente.


OTROS VERSOS DE AMOR
Vick Gómez Miller.

Mi Primer Amor Se Llama Ana.

Mi amor que no estás aquí…
Mi amor en la lejanía.
Que ya se olvidó de mí.

Te conocí en la distancia
Milenario Budapest
Eras joven, yo también
Y la fortuna exigía
Conocernos Ana mía
Y en Buda te conocí.
Eras la niña feliz
Y yo el chico campechano.
Fuiste mía muy temprano
Yo siempre fui para ti.

Pero tuve que partir.
Llorabas porque me iba.
Lloré porque comprendía
Que ese instante te perdí.

Pero el tiempo al transcurrir
Quiso otra vez encontrarnos:
Nunca dejamos de amarnos
Hasta que ayer te perdí.

Mi culpa fue no advertir
Que celabas mi cariño
Tu silencio fue el castigo,
Desde entonces no consigo
Ni tus cartas, ni dormir.

La distancia es un morir.
Eterna melancolía.
Desde entonces Ana Mía,
Mi amor que no estás aquí.
Mi amor en la lejanía
Que ya se olvidó de mí.










Pero tuve que partir,
Llorabas porque me iba,
Lloré porque comprendía
Que ese instante te perdí.

Pero el tiempo al transcurrirun morir,
eterna melancolía.
Desde entonces Ana mía ,
Mi amor que no estás aquí,
Mi amor en la lejanía
Que ya se olvidó de mí.

Era un hombre gentil, resplandeciente,
Tan modesto y sincero que podía
A todos conquistar. No sonreía
Y todos le encontraban sonriente.

Era en su pulcritud tan imponente
Y al mismo tiempo su humildad tenía
La elegancia viril que trasmitía.
Era su corazón el más valiente.

Era de verso fácil e imponente
Y sencillo y fragante en tal mesura
Que el alma le doblaba la estatura
Y era una estrella diáfana en su frente.

Cuando habléis de Martí. Del combatiente,
Corazón de la Patria y más cubano,
Decid a todos que nos dio su mano

Nuestro José Martí.

Era un hombre gentil, resplandeciente,
tan sincero y modesto que podía
a todos conquistar. No sonreía
y todos le encontraban sonriente.

Era en su pulcritud tan imponente
y al mismo tiempo su humildad tenía
la elegancia viril que trasmitía.
Era su corazón el más valiente.

Era de verso fácil e imponente
y sencillo y fragante en tal mesura
que el alma le doblaba la estatura
y era una estrella diáfana en su frente.

Si hablaís del Heroe Nacional,del combatiente
corazón de la Patria, el más cubano,
decid a todos que nos dió su mano
y nos mandó a luchar por el presente.


Mi Amor se olvidó de mí

La conocí en la distancia:
milenario Budapest.
Era joven, yo también
y la fortuna exigía
conocernos Ana mía
y en Buda te conocí.

Eras la niña feliz
y yo el chico campechano.
Eras mía muy temprano
yo era solo para tí.

Pero tuve que partir,
llorabas porque me iba,
lloré porque comprendía
que esa tarde te perdí.

Pero el tiempo al transcurrir
quiso otra vez encontrarnos:
nunca dejamos de amarnos
hasta que ayer te perdí.

Mi culpa fue confundir
que en mailbook se concebía
conocer muchas amigas
y no te agradó de mí.

Tu silencio fue el castigo
que nunca pude evadir.
desde entonces no consigo
ni tus cartas, ni dormir.

La distancia es un morir:
eterna melancolía,
desde entonces Ana mía,
mi amor que no estas aquí,
mi amor en la lejanía
que ya se olvidó de mí.




















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